La inocencia de Liliana Guadalupe, una niña de tan solo 12 años, se vio truncada de manera cruel. Su sonrisa, que antes iluminaba las calles mientras vendía dulces, se apagó para siempre.
La desaparición de Liliana, ocurrida el pasado 19 de octubre, encendió una ola de angustia entre sus familiares y la comunidad. La búsqueda incansable por encontrarla con vida se vio truncada por la trágica noticia: su cuerpo fue hallado semienterrado en la parte trasera de una casa en la colonia Colón, cuatro días después de su desaparición.
La Fiscalía General del Estado de Chiapas confirmó el hallazgo del cuerpo e inició una investigación por feminicidio. La Comisión de Acceso a una Vida Libre de Violencia de las Mujeres de 50+1 Chiapas, a pesar de que la FGE inicialmente se refirió a la víctima como de "identidad desconocida", confirmó la identidad de la menor.
La indignación y la exigencia de justicia inundaron las redes sociales. “¡Con las niñas no!’, ‘a la niñez no se les toca!'”, exclamaba la Comisión en un comunicado, uniéndose a la creciente ola de protestas que claman por un alto a la violencia de género.
Medios locales apuntan a Víctor José N., de 45 años, dueño de la vivienda donde se encontró el cuerpo de Liliana, como el presunto responsable del feminicidio. Actualmente, se encuentra prófugo de la justicia. La búsqueda de justicia para Liliana Guadalupe continúa, mientras que la sombra del dolor se extiende por las calles de Tuxtla Gutiérrez.