El punto de encuentro: la intersección de Uxmal y Emiliano Zapata, un escenario que se transformó en una escena de tensión y riesgo.
Un vehículo estacionado, aparentemente utilizado como escudo para actividades ilícitas, llamó la atención de los policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. La curiosidad por descubrir el propósito del automóvil los llevó a acercarse, pero el panorama se tornó complejo cuando un individuo se aproximó al vehículo con movimientos sospechosos. La orden de detenerse por parte de los oficiales resonó en el ambiente, pero la respuesta fue inesperada.
El sujeto, con movimientos rápidos y sigilosos, sacó un arma de fuego de entre sus ropas y apuntó hacia los uniformados. En un abrir y cerrar de ojos, la situación se convirtió en un escenario de alto riesgo. Los oficiales, conscientes del peligro, respondieron al ataque con contundencia, repeliendo la agresión.
El individuo, sometido y detenido, fue bajado del vehículo. Sin embargo, al inspeccionarlo, los policías se percataron de que estaba herido. Un balazo en la mejilla derecha le causó una lesión de gravedad. La rápida intervención de paramédicos lo trasladó a un hospital en calidad de detenido.
Las autoridades, representadas por el Ministerio Público, no se hicieron esperar. Se tomaron las primeras evidencias y se abrió una carpeta de investigación para esclarecer los hechos. La Dirección General de Asuntos Internos, con la responsabilidad de velar por la actuación de los policías, inició una investigación administrativa paralela para determinar las responsabilidades en el caso.