Una de las principales estrategias es el fortalecimiento de la Guardia Nacional, con la implementación de un plan para consolidar su presencia en todo el país. Se busca que esta institución, con 133,000 efectivos desplegados, desempeñe un papel clave en la vigilancia y el reconocimiento de las áreas más conflictivas.
Además, se busca combatir la delincuencia desde la raíz, con programas sociales que abordan las causas estructurales de la violencia. Se ha anunciado el desarrollo de "polos de bienestar" en Tapachula, Chiapas, con el objetivo de generar empleos y ofrecer alternativas a la delincuencia.
Pero no solo la prevención es vital. Se ha implementado una estrategia específica contra el robo al transportista en las carreteras federales, con una coordinación interinstitucional que busca frenar este delito. Se destaca la importancia de la inteligencia y la prevención social en este ámbito.
Otro punto crucial es la lucha contra el tráfico de armas, principalmente desde Estados Unidos. Se han realizado operativos que han permitido asegurar 820 armas de fuego, de las cuales 535 provienen de este país.
Asimismo, se ha intensificado el combate al narcotráfico mediante operativos de la Marina y el Ejército, con importantes aseguramientos de diferentes tipos de drogas.
Y en un esfuerzo por combatir la violencia de género, se busca que todas las fiscalías estatales cuenten con una fiscalía especializada en feminicidios.
Finalmente, se busca aumentar la inversión en educación, con un enfoque en la creación de nuevas escuelas, especialmente preparatorias y universidades, para brindar oportunidades a los jóvenes y evitar que se involucren con grupos delictivos.