Para abordar este desafío, la mandataria ha encomendado a Octavio Romero la elaboración de un programa integral que atienda las diversas necesidades de cada vivienda abandonada. Las autoridades reconocen la complejidad del problema, considerando las condiciones particulares de cada unidad, el estado de los créditos y la infraestructura existente.
Se estima que existen alrededor de 600,000 viviendas abandonadas en México, cada una con una historia diferente. Algunas se encuentran ocupadas por personas que no adquirieron el crédito, mientras que otras se siguen pagando a pesar de no ser habitadas. Un porcentaje significativo también está completamente abandonado y sin pago de créditos.
El gobierno ha destacado la necesidad de un enfoque estratégico que contemple las características individuales de cada vivienda. Se está trabajando en un programa para determinar la mejor forma de rescatar estas propiedades, buscando soluciones que beneficien tanto a los trabajadores como al Infonavit.