La polémica se intensificó luego de que se revelara que el alcalde se reunió con un grupo criminal antes de su muerte. Aunque el secretario de seguridad mencionó este encuentro durante la "mañanera" del 31 de octubre, se ha mantenido un hermetismo sobre la naturaleza de la reunión y las posibles implicaciones en el asesinato.
La presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, ha pedido cautela a la hora de difundir información sobre el caso, argumentando que la investigación en curso podría verse afectada. Sin embargo, las familias de los funcionarios públicos exigen respuestas y medidas concretas para garantizar su seguridad.
El gobierno ha asegurado que la seguridad de los funcionarios es una prioridad, pero no ha ofrecido detalles específicos sobre las acciones que se tomarán para protegerlos. La situación deja un sabor amargo de inseguridad y falta de transparencia en la capital guerrerense.