La mujer, originaria de Michoacán, llegó a Morelia con la intención de reunirse con su expareja en la Central de Autobuses. Allí, con lágrimas en los ojos, denunció el secuestro de sus gemelos de dos meses, Ismael y Mario, quienes, según ella, le habían sido arrebatados por sujetos que luego desaparecieron en un vehículo.
La Fiscalía de Michoacán, conmovida por el relato de la mujer, activó la Alerta Amber para ambos bebés, esperando encontrarlos con vida. Sin embargo, las investigaciones comenzaron a levantar sospechas. Las cámaras de vigilancia de la Central no mostraban a la mujer con ningún bebé, y las fotografías de los menores, que ella proporcionó, resultaron ser de una galería de internet.
Ante la evidencia, la supuesta madre finalmente confesó la verdad: había inventado el embarazo y el secuestro para manipular a su expareja y evitar su separación. Su plan era reunirse con él en San Luis Potosí, donde se haría pasar por embarazada y le presentaría a los "gemelos", que en realidad nunca existieron.
La Fiscalía, tras desactivar la Alerta Amber, ahora investiga a la mujer por el delito de denuncia falsa. En lugar de un reencuentro familiar lleno de emoción, la mujer se enfrenta a las consecuencias de una mentira que la llevó a cometer un acto ilegal.