Sin embargo, surgen preguntas sobre cómo se gestionará este proceso para asegurar un desarrollo regional equitativo y evitar que la concentración de empresas se limite al sur del país.
La presidenta Sheinbaum ha destacado la importancia de diversificar la inversión y ha mencionado la implementación de un "consejo para la relocalización y desarrollo regional". Aunque esto suena prometedor, aún no se han especificado acciones concretas para garantizar que los beneficios de la relocalización lleguen a todas las regiones de México.
Un ejemplo de este tipo de iniciativas es la inversión de MercadoLibre en Hidalgo, lo que podría indicar un interés en el desarrollo de otras regiones más allá del sur del país. Sin embargo, para garantizar un impacto positivo a largo plazo, es crucial contar con un plan sólido que incluya:
Criterios claros para la selección de regiones donde se promoverá la relocalización. Esto permitirá asegurar que se consideren las necesidades de todas las regiones y no se priorice únicamente al sur.
Mecanismos efectivos para incentivar la inversión en regiones menos desarrolladas. La creación de programas de apoyo, incentivos fiscales y facilidades para la inversión en regiones específicas será fundamental para atraer empresas a zonas que tradicionalmente han sido menos favorecidas.
Monitoreo del impacto de la relocalización en el desarrollo regional. Implementar un sistema que permita evaluar si la relocalización está generando beneficios tangibles para las comunidades locales y contribuyendo a la reducción de las desigualdades será crucial para medir el éxito de esta estrategia.
Es necesario que se brinde información detallada sobre cómo se implementará este plan de relocalización, ya que en ausencia de información específica es difícil determinar si la relocalización de empresas en México realmente promoverá el desarrollo regional de forma equitativa o si se concentrará principalmente en el sur del país.