La reforma laboral que se debate en el Congreso de la Unión tiene a los empresarios mexicanos con el corazón en la garganta. La reducción de las jornadas de trabajo y el aumento del pago de aguinaldos, dos puntos clave de la reforma, podrían obligar a las pequeñas y medianas empresas (pymes) a subir el precio de sus productos y servicios.
"En estos momentos, la micro y pequeña empresa está imposibilitada de cumplir con los nuevos requerimientos. En términos generales y sin importar la actividad productiva, todo se va a encarecer si viene esta reforma", declaró Cleotilde Treviño, presidenta de la Delegación Tampico de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
La preocupación es real. La Canacintra, que representa a miles de pymes en México, advierte que las nuevas obligaciones podrían impactar directamente en sus finanzas, obligándolas a aumentar los precios para cubrir los costos de operación y personal.
"Si se logra esto y bajar la carga fiscal, nos hará más sencillo contratar gente para cubrir la jornada de trabajo y cumplir con la prestación anual", concluyó Treviño.
En un encuentro con empresarios locales, el abogado laboral Sergio Treviño explicó los detalles de la reforma y su impacto en el sector privado. La Canacintra propone que, además de la discusión, se implementen programas de apoyo y estímulos fiscales para ayudar a las pymes a adaptarse a los cambios.