Un caso reciente, expuesto por la cuenta de X @CharlatanesMed, nos recuerda que la vigilancia es crucial. Marilyn Cote, una abogada sin formación médica, se presentaba como psicóloga y psiquiatra, ofreciendo consultas en Torres Médicas de Puebla y San Diego, California. Su engaño, que incluía una página web autoproclamada como "Egresada del Centro de Desórdenes Mentales de la Universidad de Oslo", se extendía a supuestos premios internacionales, fotos editadas de un supuesto equipo médico y hasta videos con inteligencia artificial para simular interacciones con colegas inexistentes.
Las pruebas recopiladas por @CharlatanesMed son contundentes. Recetas para tratamientos psiquiátricos expedidas sin formación médica, firmadas con nombres de médicos no relacionados con Cote, una cédula profesional falsa y, más grave aún, reportes de pacientes que denuncian diagnósticos equivocados, tratamientos sin mejoría y efectos secundarios adversos.
Este caso nos confronta con la fragilidad de la confianza en la era digital. La búsqueda de ayuda profesional debe ir acompañada de una investigación exhaustiva, corroborando las credenciales y la experiencia de los profesionales de la salud. La salud mental, al igual que cualquier otro aspecto de nuestro bienestar, merece un cuidado responsable y profesional.