La administración de Andrés Manuel López Obrador, y ahora también la de Claudia Sheinbaum, han sido blanco de críticas por el creciente rol de las Fuerzas Armadas en la vida civil. Aunque el gobierno se niega a utilizar la palabra “militarización”, la realidad es que más de 300 funciones civiles han sido transferidas a los militares.
"No les gusta la palabra militarización, pero no hay otra forma de llamarlo", afirma René Gerez López, investigador de Causa en Común. Gerez explica que esta transferencia de responsabilidades va más allá de la seguridad, incluyendo áreas como la migración, la obra pública y programas sociales.
El experto asegura que la integración de militares al Instituto Nacional de Migración (INM) es particularmente preocupante, ya que se les ha dado un poder descomunal, y no están preparados para manejar estas responsabilidades.
"No nada más es la atribución civil, sino los presupuestos que conllevan esas actividades. El poder que les están entregando a las Fuerzas Armadas es gigante y va más allá de la seguridad nacional e interior”, alerta Gerez.
La Universidad Iberoamericana ha publicado un informe sobre la militarización del INM, donde se señala que los migrantes son presentados como "enemigos externos". Este mensaje se transmite a través de discursos gubernamentales, leyes y acciones prácticas, como el cambio de armamento para "frenar" a los migrantes.
El informe subraya que la Guardia Nacional, aunque no sea considerada militar, actúa como tal, con armamento de alto poder de fuego y una presencia intimidatoria. La Ley de Migración, además, otorga a los agentes de migración el poder de "presentar" a las personas en situación irregular, lo que equivale a una detención. Esta situación lleva a un uso constante de la fuerza, incluso con armas como los tasers.
"Las personas migrantes no son delincuentes, sino personas con necesidades de protección internacional, por lo cual, desde el derecho internacional, no habría una justificación válida para utilizar la fuerza en contra de ellas, mucho menos para el empleo de armas de ningún tipo", señala el informe.
El experto destaca que la reforma constitucional que transfirió la Guardia Nacional a la Sedena eliminó cualquier posibilidad de discusión sobre la militarización. Los agentes de la Guardia Nacional son ahora militares en todo el sentido de la palabra, lo que ha llevado a la militarización de facto del país.
Las atribuciones civiles entregadas a las Fuerzas Armadas son amplias, desde la construcción de infraestructura hasta la entrega de libros de texto y el control de las fronteras. Entre ellas se encuentran:
- Construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles
- Construcción de 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar
- Construcción del Aeropuerto de Tulum
- Apoyo en la emergencia por la pandemia de Covid-19
- Traslado de vacunas
- Limpieza de sargazo en Quintana Roo
- Combate al robo de hidrocarburos
- Construcción de acueducto para abastecer de agua potable a Nuevo León
- Administración del aeropuerto en Chetumal y el de Palenque, Chiapas
- Apoyo al programa Sembrando Vida
- Traslado de mercancía decomisada a comunidades pobres a través del "Tianguis del Bienestar"
- Entrega de medicamentos
- Custodia de pipas de Pemex
- Vigilancia a la entrega de recursos de programas sociales
- Entrega de libros de texto gratuito
- Vigilancia de la frontera norte y sur para el control migratorio