La alfombra roja de la premiación a la Mujer del Año 2024 se tiñó de emoción y música mexicana. El martes 13 de noviembre, la industria se reunió en un emblemático hotel de la Ciudad de México para celebrar a las mujeres que inspiran y marcan la diferencia. Entre ellas, una figura joven, talentosa y con una voz que resuena en cada rincón de México, se alzó como la ganadora del codiciado reconocimiento: Ángela Aguilar.
La cantante, conocida por su pasión por la música tradicional mexicana, llegó al evento acompañada de su esposo, Christian Nodal, quien la apoyó con una sonrisa y aplausos desde la primera fila. Farah Slim, jefa de Contenido Editorial para la revista Glamour, fue la encargada de entregar el galardón a Ángela, resaltando la importancia de reconocer a las mujeres que representan el género.
Al subir al escenario, la hija de Pepe Aguilar, luciendo un elegante vestido color café claro, agradeció a la revista Glamour por el reconocimiento y a Farah Slim por sus palabras de apoyo y confianza en su talento. En un discurso emotivo, Ángela habló sobre su pasión por la música mexicana, su orgullo por representar a México y la importancia de mantener la autenticidad y el control sobre su propia narrativa.
"Cuando yo nací tuve la fortuna de crecer en una familia de cantantes, una familia de música, pero el verdadero privilegio fue entrar a la música mexicana, sentirme respaldada por un mariachi y los valores, las tradiciones y la cultura que conlleva. Ese mismo honor no lo tomo a la ligera, por eso cada vez que me subo a un escenario, trato de la mejor manera de representar a México, al país que me ha dado tanto y que amo con todo mi ser. El estar aquí, sentirme considerada no solamente es un gran privilegio, sino es una gran responsabilidad", expresó Ángela.
En su mensaje, Ángela Aguilar no solo agradeció a su familia y amigos, sino que también dedicó palabras de aliento a las mujeres, instándolas a no silenciar sus voces y a ser genuinas. "Yo solamente quería ser cantante y gracias a ustedes lo estoy logrando. Como diría mi abuela Flor Silvestre: ‘gracias a la vida que me ha dado tanto’. Si pudiera terminar diciendo algo y no soy nadie para dar consejos, pero yo quiero que nunca apaguen su voz quiero siempre sean genuinamente ustedes. Que tengan control de su narrativa y de su persona".