La noche del martes 26 de noviembre, una emergencia se desató en el municipio de Los Reyes de Juárez, en el estado de Puebla, debido a una fuga de gas LP en un ducto de Pemex. La situación puso en alerta a los municipios de Los Reyes de Juárez y Acatzingo, y obligó al cierre de la autopista Puebla-Orizaba
La fuga se localizó en un camino de terracería cercano al kilómetro 163 de la autopista, en una zona conocida como el Triángulo Rojo, que abarca municipios con alta incidencia de robo de hidrocarburos. La Coordinación Estatal de Protección Civil (PC) informó que el personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) inició un protocolo de quema controlada para sellar la fuga, en coordinación con elementos de Seguridad Física de Pemex, Bomberos del estado y del municipio, así como autoridades locales y de la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla (SSP).
La estrategia de quema controlada es un procedimiento de seguridad utilizado por Pemex para evitar explosiones y reducir el riesgo de una mayor acumulación de gas en la zona afectada. Según Protección Civil, las labores comenzaron antes de las 21:00 horas del martes y se espera que concluyan en las próximas horas, permitiendo el cierre definitivo de la toma y la reapertura de la autopista.
Por seguridad, Caminos y Puentes Federales (Capufe) implementó un cierre temporal de la autopista en ambos sentidos. Los vehículos con dirección a Veracruz fueron desviados a la carretera libre en el kilómetro 155, mientras que quienes se dirigían hacia Puebla fueron canalizados por Tepeaca en el kilómetro 166. "Por seguridad de las personas usuarias, se desvía la circulación a carretera libre. Se mantendrán estas medidas hasta que las condiciones en la zona sean seguras", indicó Capufe en un comunicado.
Una vez controlada la fuga, las autoridades federales y estatales iniciarán las investigaciones para determinar las circunstancias del incidente. Este tipo de tomas clandestinas son comunes en el Triángulo Rojo, que comprende municipios como Tepeaca, Acatzingo, y Los Reyes de Juárez, donde las redes de huachicoleo operan desde hace años.
Según datos de Pemex, las tomas clandestinas de gas LP representan un alto riesgo para las comunidades debido a la alta volatilidad del combustible y la facilidad con que pueden provocar explosiones o incendios de gran magnitud. Las autoridades no descartan la posibilidad de evacuaciones masivas en caso de ser necesarias.