La Presidenta Sheinbaum, en su intervención, hizo alusión a los Planes de Justicia implementados durante el gobierno de López Obrador. Se habló de la devolución de tierras, un número impresionante: entre 45,000 y 50,000 hectáreas, según se mencionó. Se destacó el reconocimiento de los pueblos indígenas como "sujetos de derecho," un avance incuestionable tras la reforma constitucional del artículo segundo. Pero la celebración oficial dejó un regusto a incompleto, a promesa inconclusa.
La narrativa oficial pintó un cuadro idílico: un proceso consultivo, equitativo, un resarcimiento histórico por siglos de injusticias. Sin embargo, la falta de información precisa genera dudas. ¿Cuántas comunidades se beneficiaron realmente? ¿Qué mecanismos garantizan la transparencia en la distribución de recursos? Estas preguntas, cruciales para la evaluación de los Planes, quedaron en el aire.
Más allá de las hectáreas recuperadas, las necesidades de los pueblos originarios son multifacéticas. Se requiere un abordaje integral que incluya educación, salud, infraestructura, y el pleno reconocimiento de sus lenguas y culturas. La mención de un "perdón al pueblo" por parte del expresidente, aunque con buenas intenciones, abre un espacio para la interpretación: ¿gesto reparador o estrategia política?
Un punto fundamental es la posible instrumentalización política. La Cuarta Transformación ha utilizado la reivindicación de los pueblos originarios como un pilar ideológico, lo que genera la necesidad de un análisis objetivo, desligado del discurso político. Se requiere una evaluación profunda, independiente, que analice logros, limitaciones y desafíos. La falta de datos concretos genera un vacío informativo preocupante, que contrasta con la magnitud del asunto.
En resumen, la situación presenta una imagen ambivalente. Mientras la intención de resarcir a los pueblos originarios es indiscutiblemente loable, la falta de transparencia y la escasez de datos concretos plantean un debate crucial sobre la verdadera naturaleza y el impacto real de estos Planes de Justicia. La historia, por ahora, permanece inconclusa; el análisis posterior determinará su verdadera dimensión.