Claudia Sheinbaum impulsa ventanilla digital para mexicanos en EUA

La iniciativa, impulsada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en colaboración con el Registro Nacional de Población (RENAPO), centra su atención en "una ventanilla única digital" accesible a través de miconsulado.sre.gov.mx. Se prometen trámites de registro civil simplificados y un acceso más fácil a los servicios, incluyendo un llamativo botón de alerta para emergencias y un call center disponible las 24 horas, los 7 días de la semana.
Pero el contexto es crucial. Este anuncio llega en un momento de incertidumbre, marcado por la posibilidad de deportaciones masivas desde Estados Unidos. Con 53 consulados mexicanos en territorio estadounidense, la pregunta surge: ¿Es suficiente la digitalización para enfrentar una potencial crisis migratoria de tal magnitud?
La modernización digital, sin duda, simplifica algunos procesos. Sin embargo, ¿qué sucede con quienes no tienen acceso a la tecnología o carecen de alfabetización digital? Una parte considerable de la población migrante podría quedar excluida de estos beneficios. Además, la digitalización no elimina la necesidad de una presencia consular física robusta, especialmente para situaciones de emergencia o trámites legales complejos.
Para añadir otra capa de complejidad al panorama, se anunció simultáneamente la creación del Programa de Apoyo y Asesoría Legal (PALE), un programa gubernamental que incrementa la asesoría legal externa para los mexicanos en Estados Unidos. Esta aparente duplicidad plantea interrogantes sobre la asignación de recursos: ¿Está la inversión tecnológica compensando la falta de inversión en personal consular capacitado y recursos para la atención directa, sobre todo para la población indocumentada?
Falta, por último, un análisis exhaustivo. La conferencia careció de un estudio de costo-beneficio, de datos concretos sobre la reducción de tiempos de espera y de una evaluación independiente de la iniciativa. La meta es tener una digitalización completa para junio de 2025, una promesa que requiere un escrutinio profundo para discernir si se trata de una solución real o una meta difícilmente alcanzable ante la complejidad de la situación migratoria.