Recientemente, han surgido reportes en redes sociales sobre una nueva modalidad delictiva que está generando preocupación entre los capitalinos: la "estafa del QR." Se trata de una sofisticada estrategia que utiliza la tecnología a su favor para obtener datos personales, impactando directamente la seguridad de la información. El modus operandi, aunque ingenioso, resulta sorprendentemente simple.
Según la información que circula, delincuentes están colocando códigos QR impresos en papeles, generalmente sobre los parabrisas de los automóviles. La trampa reside en hacer creer a los conductores que se trata de una notificación de infracción de tránsito, incitándolos a escanear el código. "Es una forma de ingeniería social muy efectiva," comenta un experto en ciberseguridad consultado.
Al escanear el código, el usuario, sin saberlo, podría estar otorgando acceso a información sensible en su dispositivo móvil. Los criminales utilizan malware, o programas maliciosos, capaces de infiltrarse en el sistema y obtener datos como:
- Información bancaria
- Datos personales
- Contraseñas
- Ubicación
El alcance del daño dependerá del tipo de malware utilizado y de las medidas de seguridad del dispositivo afectado.
Esta técnica, conocida como Quishing en otros países latinoamericanos como Ecuador y Perú, es una variación del phishing, pero con un elemento físico que le aporta una mayor efectividad. Recuerda que en la Ciudad de México, las notificaciones de infracción de tránsito son entregadas únicamente por agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), cuyos nombres y placas están registrados públicamente en la Gaceta Oficial. La SSC, el pasado 21 de mayo, emitió el comunicado 1425 alertando sobre esta situación.
Ante la proliferación de este tipo de delitos, es fundamental mantenerse informado y tomar precauciones para evitar ser víctima. La tecnología, si bien ofrece múltiples beneficios, también presenta nuevas vulnerabilidades que debemos aprender a manejar con inteligencia.