Laura Elena “N”, Roel “N” y Manuel “N”, una familia originaria de Culiacán, Sinaloa, emprendieron un viaje hacia Tepic, Nayarit. Su último contacto con sus seres queridos fue cerca de La Concha, Sinaloa, en la frontera con Acaponeta, Nayarit. En ese punto, solicitaron 40,000 pesos a sus familiares, divididos en dos pagos, alegando problemas mecánicos con su vehículo.
“Se perdió todo contacto con ellos después de esa llamada,” declaró la Fiscalía de Nayarit en un comunicado. La denuncia por desaparición, presentada el 9 de enero, movilizó a las fuerzas estatales y federales en una intensa búsqueda en ambos estados.
Las investigaciones, que incluyeron trabajo de campo y gabinete, llevaron a la detención de cuatro sospechosos y a la recuperación de dos vehículos con reporte de robo, entre ellos el automóvil de las víctimas. El hallazgo crucial se produjo en una fosa clandestina en Pescadero, municipio de Rosamorada.
Dentro de la fosa, fueron encontrados tres cuerpos. Pruebas de ADN confirmaron la peor sospecha: se trataba de Laura Elena, Roel y Manuel. Además de los restos, se encontraron cuatro casquillos percutidos, cuyos análisis balísticos integran la investigación.
La Fiscalía Nayarita destaca que la investigación continúa abierta, considerando la posibilidad de un modus operandi que podría vincular este caso con otros delitos en la región. Se espera más información en los próximos días.
En redes sociales, Maritza “N”, hija de la pareja, confirmó la trágica noticia y agradeció el apoyo recibido durante la búsqueda. Su mensaje refleja la devastación de la familia y la solidaridad de la comunidad.
La región norte de Nayarit, en la frontera con Sinaloa, Durango y Zacatecas, ha experimentado un incremento en la actividad criminal en el último año. Aunque las autoridades reportan operativos contra grupos delictivos, los datos sobre homicidios y desapariciones en la zona aún no se han hecho públicos en su totalidad.