La Universidad de Guadalajara enfrenta una alarmante ola de secuestros virtuales y llamadas de extorsión a sus estudiantes, que no cesan en la ciudad. Recientemente, se registró un caso en el Centro Universitario de Guadalajara, donde delincuentes exigieron medio millón de pesos a los padres de un joven de 18 años, a cambio de su supuesta liberación. Afortunadamente, las autoridades intervinieron a tiempo y evitaron el ilícito, pero este tipo de delitos continúa en aumento.
A raíz de este incidente, más de 8,000 estudiantes de la misma institución han tomado medidas de precaución. Algunos han optado por cortar las llamadas sospechosas sin darles credibilidad. Otros, como Josep, sugieren que se informen a las autoridades correspondientes para concientizar a toda la comunidad universitaria sobre la gravedad de la situación.
Sin embargo, el Centro Universitario de Guadalajara no es el único afectado. Las extorsiones telefónicas han tocado varias otras escuelas, como lo muestra el testimonio de Fernanda, quien relató cómo a su prima la mantenían al teléfono mientras la amenazaban con secuestrar a su familia. Esta modalidad de delito genera confusión y miedo, con víctimas que ceden ante la presión psicológica de los delincuentes.
La Universidad de Guadalajara, ante el panorama, ha comenzado a implementar cursos de capacitación para estudiantes y padres de familia, con el fin de enseñarles los protocolos adecuados y prevenir que se conviertan en víctimas de secuestros virtuales. Según su último informe, se han registrado 108 llamadas de extorsión y 76 casos de secuestros virtuales, una cifra alarmante que sigue creciendo.