El reporte, preciso y aterrador, señalaba un posible abuso contra una menor. Los agentes municipales llegaron rápidamente al domicilio indicado. Allí encontraron a una mujer visiblemente alterada, quien rápidamente identificó a la menor como su hija de 8 años. En el transcurso de la entrevista, la verdad comenzó a emerger, revelando una situación mucho más compleja de lo que inicialmente parecía.
La mujer, identificada como Rubí "N" de 31 años, confesó haber presenciado los hechos. Según su relato, su pareja sentimental, Rocibel "N" de 32 años, había realizado "tocamientos inapropiados" contra su hija durante la noche. Sin embargo, la negligencia de Rubí no se limita a la omisión de reportar los hechos inmediatamente. Su silencio, su aparente complicidad, la convirtió en una pieza clave en esta trágica historia.
La declaración de Rubí "N" fue crucial para la detención inmediata de Rocibel "N", acusado de abuso infantil. Pero la situación no terminó ahí. La presunta complicidad de Rubí "N" la llevó también a ser detenida y puesta a disposición de las autoridades, acusada de "supuesta complicidad en el delito". Este punto añade un elemento de complejidad a la investigación que ya está en marcha.
Mientras tanto, la menor de 8 años fue puesta bajo resguardo y trasladada para recibir la atención médica y psicológica necesaria tras el trauma sufrido. Este aspecto es crucial, ya que el apoyo a la víctima es tan importante como la investigación y posterior judicialización del caso. Se espera que la investigación brinde la mayor transparencia posible y que la justicia se aplique de manera adecuada.
Las autoridades continúan con la investigación, recabando información para esclarecer todos los detalles del caso y determinar las responsabilidades penales correspondientes. La detención de ambos implicados marca un primer paso en un proceso que requiere una investigación exhaustiva y un enfoque centrado en la protección de la menor.