Tragedia en Hospital UPMC York: Policía muere tras tiroteo con rehenes
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Los detalles emergieron lentamente, pintando un panorama escalofriante. Un hombre, identificado como Diógenes Archangel-Ortiz de 49 años, irrumpió en la unidad de cuidados intensivos del hospital, armado con una pistola y bridas. Su objetivo: tomar rehenes.
Entre las víctimas, se encontraban tres trabajadores del hospital: un médico, una enfermera y un conserje. Todos ellos, junto con dos oficiales de policía, sufrieron heridas de bala. Un cuarto miembro del personal resultó herido al caerse durante el incidente. La escena, según relatos de testigos, fue de caos y terror.
La respuesta policial fue inmediata. Tras un enfrentamiento, Archangel-Ortiz fue abatido. Sin embargo, el costo fue devastador. El oficial Andrew Duarte, del Departamento de Policía del Municipio de West York, perdió la vida en el cumplimiento de su deber.
"Esta es una gran pérdida para nuestra comunidad," declaró el fiscal de distrito del condado de York, Tim Barker, en una conferencia de prensa. Barker añadió que, aunque la investigación está en sus primeras etapas, parece que Archangel-Ortiz había tenido contacto previo con la UCI del hospital a principios de semana por "un propósito médico que involucraba a otro individuo", sugiriendo un ataque intencional.
Duarte, un oficial respetado y con una destacada trayectoria, incluyendo un "premio al héroe" en 2021 por su trabajo contra la conducción en estado de ebriedad, dejó un vacío profundo. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, expresó su pésame a la familia y colegas de Duarte, destacando su valentía al "correr hacia el peligro para salvar vidas."
El incidente en York no es un caso aislado. Forma parte de una preocupante tendencia de violencia armada en hospitales y centros médicos de Estados Unidos. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos señalan que los trabajadores de la salud sufren más lesiones no mortales por violencia en el lugar de trabajo que cualquier otra profesión.
Los hechos se ciernen como una sombra sobre la seguridad de los trabajadores de la salud y la comunidad, dejando una interrogante sobre las medidas necesarias para prevenir futuros eventos de esta naturaleza. El luto y la reflexión acompañan a la ciudad de York en este momento de profunda conmoción.