Familiares buscan a desaparecidos en Rancho Izaguirre

Familiares de desaparecidos, llegados de diferentes rincones de México, esperaban con una mezcla de ansiedad e incertidumbre. Entre ellos, Irma, una mujer de Puebla, cuyo hijo, Josel, desapareció hace tres años. Su rostro, surcado por el dolor, reflejaba la desesperación de una madre que busca respuestas. Josel, apenas con 18 años, había respondido a una oferta de trabajo en redes sociales, una promesa de 1500 pesos semanales por vender celulares, que se convirtió en una pesadilla sin final.
“Credencial de elector, la cadena de su papá que era militar… la maleta azul… su chamarra… es mi hijo, y conozco sus pertenencias; obviamente lo reconoceré”, afirmó Irma, recordando con desgarradora precisión los detalles del día de la desaparición de su hijo, el 14 de mayo de 2021.
Tras horas de espera, las autoridades permitieron el acceso al rancho. Pero la esperanza de Irma se desvaneció al constatar que los indicios ya habían sido recolectados. “Estoy en shock… lo único que quiero es encontrar a mi hijo, vivo o muerto, para acabar con este dolor”, susurró con la voz quebrada.
Otro caso desgarrador es el de Angélica, quien busca a su hijo, Mario Alberto Luna García, desaparecido el 29 de mayo de 2022 en Tequila, Jalisco. Mario trabajaba en un campo de agave, y la posibilidad de que haya sido reclutado por el crimen organizado, una sombra que se cierne sobre muchos jóvenes, es una preocupación constante para su familia.
“Venimos con la esperanza de encontrar alguna pertenencia de mi hijo entre las cosas que hay aquí”, comentó Angélica, con la voz cargada de una mezcla de esperanza y temor.
La magnitud de la tragedia se hace evidente al conocer que se han localizado más de 1300 indicios en el Rancho Izaguirre. Las autoridades, con la colaboración de la Fiscalía de Jalisco, documentan meticulosamente cada objeto encontrado, subiendo las imágenes a un documento de acceso público, incluyendo una tabla con detalles como marca, color y talla. Una labor titánica para dar con la verdad, para devolver, al menos, un pedazo de tranquilidad a las familias desgarradas por la ausencia.
En el lugar se encontraban presentes personal de la Fiscalía de Jalisco, Policía del Estado, Policía Municipal y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.