Fue ahí donde la Marina detectó movimientos sospechosos. Se trataba de un grupo de individuos armados, una situación que rápidamente escaló. La presencia de armas de fuego, en una región que, lamentablemente, ya conoce la violencia, activó todos los protocolos de seguridad.
El resultado del operativo fue contundente: la detención de seis hombres, pero el hallazgo más impactante fue el posterior. Entre los detenidos, se encontraron dos víctimas de secuestro.
El arsenal decomisado no deja lugar a dudas sobre la peligrosidad del grupo. Se incautaron:
- 6 vehículos
- 4 fusiles AK-47 calibre 7.62 x 39 mm
- 1 arma WW-15 calibre 5.56 x 45 mm
- Una cantidad impresionante de municiones: 1,451 cartuchos calibre 7.62 x 39 mm, 472 cartuchos calibre 5.56 x 45 mm, y 48 cartuchos calibre .50, entre otros.
- Material táctico: 17 chalecos tácticos, 29 placas balísticas, 3 uniformes tácticos.
- Evidencia de sustancias ilícitas: dos dosis de polvo blanco (presuntamente cocaína) y una rama con hojas verdes (presuntamente mariguana).
- Equipo de comunicación: 16 radios, 23 baterías y 3 cargadores de radio.
Las autoridades, siguiendo los protocolos, pusieron a disposición de la Fiscalía General de la República a los seis detenidos y todo el material confiscado. Las dos personas liberadas, por su parte, fueron puestas bajo el cuidado de la Fiscalía General del Estado, para iniciar las investigaciones correspondientes.
"Se trata de un golpe significativo contra la delincuencia organizada en la región", señaló una fuente cercana a la investigación.
La operación destaca la importancia de la vigilancia y la coordinación interinstitucional para combatir el crimen organizado. El caso continúa en proceso de investigación.
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