Nogales, Son.
Señalan que el director del penal Juan Manuel Saavedra, realiza trato despótico, selectivo y amenazante contra adultos y niños.
Familiares de internos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) II de esta frontera, se quejaron el trato despótico, selectivo y amenazante del director de la institución Juan Manuel Saavedra.
Los afectados, de quienes se omiten los nombres por el temor a que sus hijos sean “castigados”, señalaron que domingo a domingo, son tratados de manera injusta al acudir a la visitas.
“De manera arbitraria y de uno a otro, cuando está haciendo fila para entrar”, dijeron, “el director les dice a los guardias ‘a este no me lo dejes entrar’, en tanto que a otros simplemente les ordena ‘no entras’ y pues uno no pasa”.
Desde hace unos meses a la fecha esta situación se ha venido agravando, pues no les dejan entrar con el mandado, argumentando ser mucho el “volumen” y los regresan de las puertas.
“Lo que pasa es que adentro hay muchas tiendas, muchos restaurantes”, afirmaron, “en donde te venden la soda hasta en 30 pesos y no es justo, porque no tenemos dinero para darles y que gasten ahí adentro”.
A los familiares regularmente les llevan aceite, sopas, salchichas, cigarros y refrescos, enumeraron, además de carnes frías para compartirlos con sus familiares a la hora de la visita.
Las revisiones se han tornado hasta “exageradas”, dijeron, pues hasta las gorras y las mamaderas de los infantes son inspeccionadas y en ocasiones, hasta la leche en polvo les tiran.
Algunos de los quejosos manifestaron su intensión de acudir a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), a interponer una denuncia por el trato que reciben como visitantes del Centro.
Sin respuesta
Se intentó conocer la versión del director de la institución, pero el encargado de la guardia Ramón Meza Germán, pidió disculparlo en ese momento, dado que estaba revisando los pabellones, por lo que no sería posible la entrevista.
El funcionario recomendó solicitar información a la dirección general de los Centros Penitenciarios “y con mucho gusto, ya con la autorización, se puede programar la entrevista”.
Al ser inquirido sobre las quejas de los familiares, señaló que todos estaban pasando con sus respectivas bolas de mandado, solo se les pide cumplir con el reglamento de las visitas.
“Peo es como todo, si les decimos que no traigan esto o aquello”, dijo, “o que trae muchos artículos, de todas maneras se van a quejar, así es la gente, uno no les entiende”.