Nogales
Exhorta el presbítero Manuel Campa a vivir una conversión real y dejar de lado el pecado.
Miles de feligreses católicos acudieron este día a las parroquias de la ciudad para cumplir con el precepto de la imposición de ceniza, el cual marca el inicio de la Cuaresma, pasión y muerte de Jesús.
El presbítero del Santuario Guadalupano en esta frontera, Manuel Campa García, convocó a los fieles católicos a vivir una conversión real a Dios durante la lectura del Evangelio en la celebración de la misa.
“El significado de la ceniza es la invitación a la conversión”, expresó, “el profeta Joel nos dice que todavía es tiempo que se vuelvan a Dios, porque estamos viviendo una vida sin Dios y esa vida, vemos que está generando tantos y graves problemas en la sociedad”.
Estos problemas se presentan en el registro de suicidios, padres asesinando a sus hijos, madres matando a sus vástagos, enumeró, así como hijos que eliminan a sus padres, porque estamos haciendo a un lado a Dios.
Buscan sustituir al Creador con otras cosas y es el momento de regresar a Dios, señaló, mientras San Pablo enseña que es tiempo de salvación y no se refiere únicamente al día de la ceniza, sino en toda la vida que es tiempo de gracia.
“Es el tiempo de la oportunidad que Dios te da para la santificación”, indicó, “para buscar su propia salvación y ojalá, que todos vengan con el espíritu de conversión en estos días”.
La ceniza no es mágica con solo imponerla, subrayó, por lo que debe de haber una real conversión, tirar la basura del pecado que se carga como el egoísmo, la soberbia, la indiferencia y la apatía.
Todas estos pecados van alejando al ser humano cada día más de Dios, añadió, por lo que es importante que los católicos vivan haciendo la caridad al hermano, uniéndose a dios en la oración y sacrificando el alma con el ayuno.