Exhortan a no usar fuegos artificales y ‘cuetes’ para no dañar a mascotas

NOGALES.

Esta campaña de sensibilización se hace debido al ensordecedor ruido que generan los explosivos.
Debido a los fuertes estallidos que provocan los fuegos artificiales y los ‘cuetes’, los perros pueden hasta morir de un ataque cardiaco, por lo que organizaciones de apoyo y rescate animal en Nogales se unen al exhorto ciudadano para evitar el uso de estos en los festejos decembrinos.
Organismos como Nogalenses en Pro de los Animales, Alianza Pro Adopción de Nogales, Refugio Dejando Huellas, Pata de Perro Nogales y SOS Patitas en Acción, así como reconocidos veterinarios de la localidad, como el médico Ariel Félix, emprendieron una campaña de concientización en medios de comunicación y redes sociales.
Llaman a la ciudadanía a no utilizar los ‘cuetes’ o cualquier dispositivo que utilice pólvora y explote, no sólo por el riesgo que puede ocasionar en personas y hogares, sino también en animales, mascotas como perros y gatos.
“Debido al miedo, huyen despavoridos, cruzan las calles y son atropellados, mientras que otros se cruzan con personas siniestras cuya idea de diversión es amarrarlos a los fuegos artificiales y hacerlos explotar”, advirtieron.
Esta campaña de sensibilización se hace debido al ensordecedor ruido que generan los explosivos. En el caso de los canes, que tienen audición cuatro veces más desarrollada que las personas, la explosión de artefactos pirotécnicos genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control y miedo.
“Los efectos en los animales son diversos y de diferente intensidad y gravedad. Los perros suelen sentir miedo y al huir, pueden ser víctimas de accidentes o perderse”, comentó Felix.
Explicó que el alcance auditivo del perro es de 10,000 a 50,000 Hz y el del ser humano es de 16,000 a 20,000 Hz, es decir, si para los humanos los fuegos artificiales o cohetes suenan fuertísimo, cabe imaginar ese sonido multiplicado por cuatro.
“Pero el trauma no viene sólo del retumbe sonoro sino también de no entender de dónde sale este sonido y el porqué. Un perro adulto llega a tener en promedio la habilidad mental de un niño de cuatro años. Si explicarle a un niño que los sonidos que escucha no hacen daño es difícil, imagínate explicarle esto a un niño de cuatro años que no habla tu mismo idioma”, explicó.
“El desenlace que genera esto en los perros es terrible, puesto que no solamente tienen miedo y se esconden, sino que también pueden llegar a correr sin rumbo y perderse. La época de fuegos artificiales es la época con mayor incidencia de perdidas y atropellos de mascotas”, añadió.
Con el impacto que tienen las redes sociales, cada vez más personas muestran su rechazo al uso de explosivos en temporadas de fiesta por el bienestar de los animales que se ven terriblemente afectados.

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