El Diario de SonoraNogales.-
Con una misa de acción de gracias y el compartir la cena con los migrantes en medio de música de mariachi e invitados especiales, el albergue San Juan Bosco celebró sus primeros 38 años de vida de operar en esta frontera.
Desde hace casi cuatro décadas, la familia Loureiro Esquer se dio la tarea de atender, brindar techo, comida y sustento, a quienes han llegado a Nogales buscando alcanzar el sueño americano.
El esfuerzo familiar ha contado en todo este tiempo, con el respaldo de personas altruistas que han tendido la mano desinteresadamente, para dar descanso, alivio y protección a quienes más lo necesitan.
“Aquí estamos todavía, cumpliendo los primeros 38 años de trabajo”, expresa don Francisco Loureiro Herrera, fundador de la institución, “estamos de pie todavía atendiendo a los migrantes que se encuentran en situación de vulnerabilidad en nuestra frontera”.
En todo este tiempo las muestras de confianza y apoyo de la comunidad, refirió, han sido sorprendente y más recientemente, ante la delicada situación de salud de la cual se está recuperando.
“Estoy muy agradecido con todas esas personas que nos estuvieron llamando al hospital”, expresó, “que vinieron al albergue y se preocuparon por mi salud, en los momentos difíciles y les agradezco profundamente”.
Ésta ha sido una motivación no solo de manera personal, sino familiar, destacó, para seguir trabajando junto con todo el equipo de voluntarios para atender con dignidad al migrante.
La solidaridad mostrada por los nogalenses para apoyar a los que menos tienen, agregó, es un verdadero orgullo y distinción no solo como institución, sino una comunidad comprometida con los demás.
Más Noticias
