Vive la Iglesia Católica tiempos difíciles por pandemia: Párroco

No solo el sector económico ha sido golpeado de manera importante por los efectos de la pandemia ocasionada por el virus COVID-19, uno de los aspectos primordiales para el desarrollo social de los nogalenses, es el acudir a los templos religiosos en búsqueda de una guía moral, sin olvidar que estos centros de alabanza se encuentran arraigados profundamente en la cultura de la frontera.

Rosendo Fajardo Arteaga Párroco de la Catedral de la Diócesis de Nogales, manifestó que las medidas sanitarias de inicio, atentaron contra la realización de las misas como tradicionalmente las conocemos, e indicó que en cumplimiento de las disposiciones sanitarias por el aumento de los contagios, tuvieron que cerrar sus puertas a los feligreses de marzo a septiembre del 2020.

El reto de acuerdo al religioso, fue el adaptarse a los nuevos tiempos, por lo que, para llegar a los hogares de sus fieles, tuvieron en su momento que iniciar transmisiones por redes sociales a través de la página de la misma catedral, con relativo éxito, por lo que a pesar de los permisos en aforos de manera presencial, estas se mantienen.

”Nuestra gente cuando tuvimos que cerrar, que tuvimos el semáforo en rojo, obviamente tratamos con responsabilidad, tratamos lo que se nos había marcado de cerrar y todo aquello, pero este poco a fuimos realmente incrementando, en septiembre del año pasado fue cuando reabrimos nuevamente las iglesias, para el servicio público, el culto no se suspendió, tuvimos a puerta cerrada, se transmitían a través de distintos medios, pero nuestra comunidad nuevamente comenzó a acercarse a partir de septiembre del año pasado”.

Afirmó que el llamado a los asistentes y creyentes del catolicismo que forman parte de esta importante comunidad, siempre ha sido a cuidarse con el uso de los cubre bocas, por lo que dentro del templo se les exige que lo porten, además de que a su ingreso se les provee de gel antibacterial y anterior a cada una de las misas, sanitizan las instalaciones.

Expresó que fue gracias a la generosidad de los miembros de la iglesia, que se pudo mantener la operación de los templos, ya que no solo son los Padres quienes participan en la realización de los cultos, sino también se encuentran una serie de personas que trabajan para que todo esto pueda llevarse a cabo, mismos que necesitan tener un sustento en sus hogares particulares y además de esto se pudo mantener la ayuda hacia los sectores vulnerables.

“Fue muy complicado, pero no solamente para las iglesias, sino para muchos sectores de nuestra sociedad, nosotros por supuesto vivimos de nuestra gente, de la generosidad de nuestra gente y en esa parte la cuestión económica, por supuesto que sigue, pero aquí también aquí hay un factor, nuestra gente también es generosa, la ayuda que recibimos, también es la que nosotros damos y gracias a la generosidad de nuestra comunidad, en el caso del santuario, cuando no era la ayuda económica fue en gran especie”.

Sin duda el discurso y los puntos a tratar dentro de la celebración de la liturgia también cambiaron, ya que ahora dentro de los asuntos generales, el párroco menciona a la comunidad el mantener la oración por los enfermos, así como todos los médicos, enfermeros y trabajadores de la salud que combaten esta enfermedad, de la misma forma se les recuerda a los asistentes el color de semáforos y las medidas sanitarias que tienen que continuar dentro de los feligreses.

“En ningún momento podemos bajar la guardia, es decir seguir tomando las medidas que ya son por demás conocidas por todos no, la sana distancia, el gel antibacterial, pero sobre todo el uso de cubre bocas, son medidas de seguridad para todos y la gente ha respondido muy bien a estas indicaciones” .

---