Llenan de colores con desfile del Orgullo LGBTIQ+

Nogales, Sonora.
Miles de personas llenaron de color, música, alegría y mucho talento la principal avenida de nuestra ciudad, con el ya tradicional desfile del orgullo de la comunidad LGBTIQ+ que, por alrededor de 2 horas, convirtió la avenida Álvaro Obregón en una verdadera fiesta basada en el respeto, la inclusión y visibilización de este sector de nuestra sociedad.

Con la mirada atenta de amigos, familiares y simpatizantes, decenas de contingentes marcharon portando mensajes alusivos a la eliminación de los preconceptos, con la premisa integral de la libertad en la diversidad de preferencias e identificaciones sexuales que existen en nuestra frontera y alrededor de todo el mundo.
Sin duda, el cambio es notable con el paso del tiempo, tanto en el apoyo que los ciudadanos profesan al ver pasar los carros alegóricos y a los miles que decidieron marchar a pie, como en las miradas que ahora muestran lo contagioso de la alegría y el reconocimiento para todos los participantes.
Digno de reconocer son las facilidades que las autoridades locales, dispusieron para los organizadores de la comunidad LGBTIQ+, tanto en el desfile como en las actividades complementarias que engalanaron el primer cuadro de la ciudad, en donde por espacio de 3 días pudieron verse a miles de personas expresándose de manera libre en un ambiente seguro.
De la misma forma, fue notable la difusión y apoyo que se recibió por parte de los consulados de Estados Unidos en Nogales, Sonora y de México en Nogales, Arizona, ya que, dentro de los contingentes, se pudo observar uno compuesto por los lideres consulares de estas representaciones, es decir Laura L. Biedebach por parte del país vecino y Marco Moreno Báez, en la sede del poder nacional en la ciudad al norte.
Nogales, es territorio diverso y afortunadamente cada vez son más personas, que se suman a estas muestras de apoyo hacia este sector de la población, que en palabras de algunos de los activistas, tuvieron que salir con miedo en algún momento para expresarse, sin embargo la esperanza es que las nuevas generaciones, puedan amar, marchar y festejar, de la forma que prefieran sin tener miradas que juzgan sobre ellos, lo que es un cambio que puede verse que poco a poco permea en todos los rincones de nuestra frontera.
El llamado al final es al respeto, dentro y fuera de la comunidad, con el reconocimiento de que los miembros de la comunidad LGBTIQ+ son parte integral de nuestra sociedad, realidad que las nuevas generaciones aceptan como una verdad integral en su desarrollo de personalidad y que es un derecho que para muchos fue ganado por un incesante activismo, por lo que la marcha es una muestra del gran recorrido que se ha realizado y lo mucho que falta por conquistar.

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