Los llantos que se producen al inicio de cada ciclo escolar son una manifestación del proceso de adaptación que experimenta el niño al comenzar su vida académica. Aunque esta reacción es completamente normal, los especialistas ofrecen diversas recomendaciones para manejar estos momentos.
La adaptación es un fenómeno que se presenta en distintas etapas de la vida ante situaciones de cambio. Para un niño que inicia su vida escolar y social, la transición y la separación de sus padres pueden resultar abrumadoras, lo que explica la frecuencia de los llantos al momento de ingresar a la escuela.
En nivel prescolar específicamente hablando, recibimos niños y niñas, que vienen desde su ambiente seguro que es su casa, donde tienen a mamá, papá, sus personas de confianza, y luego llegan a estos espacios donde no conocen al personal, no conocen la institución, y tenemos ese vínculo de apego con la familia, y luego nos separamos y para el niño es un no saber dónde estoy, expuso Keyla González docente de USAER.
Los expertos en salud mental aconsejan a los padres que aborden el tema de las emociones, para que el niño comprenda que lo que siente es normal y que eventualmente pasará.
Desde casa, si es muy importante que nosotros hablemos de las emociones para que los niños las identifiquen, que sepan cómo se sienten, y que sepan que todos tenemos la capacidad de sentir, incluso ponerles ejemplos, como decirle el temor yo lo siento así, agregó.Este proceso de adaptación en niños de 2 a 7 años puede extenderse por aproximadamente tres semanas. Los psicólogos advierten que, si esta fase se prolonga más allá de este tiempo, es recomendable buscar la ayuda de un profesional que pueda ofrecer una orientación personalizada al niño.
Por lo general son las primeras tres semanas, pero esto tiene mucho que ver con los estilos de crianza en casa, quizá si somos padres que controlamos mucho, a los niños les va a costar más trabajo el tema de las separaciones, concluyó.