Elevar las tradiciones para ofrecer un mensaje de unión, esperanza y solidaridad fue el principal objetivo de la posada binacional que organizó la Iniciativa Kino para la Frontera, en la que decenas de migrantes y activistas marcharon por la calle Internacional y Reforma hasta llegar al centro de esta institución en Nogales, Sonora, en donde se compartió el pan y las ideas principales de recuperar la dignidad humana.
La procesión que comenzó desde la esquina de Francisco Loureiro y Benito Juárez recreó el recorrido de María y José en su búsqueda de un lugar seguro en Belén, lo que replica en muchos sentidos, los caminos que toma esta población vulnerable que tiene como principal meta llegar a los Estados Unidos o sus lugares de origen.
Como una de las tradiciones mexicanas más arraigadas, las posadas en esta ocasión cobraron un significado especial al reflejar las historias de aquellos que buscan refugio lejos de sus hogares, ya sea que hayan llegado a Nogales por cuestión de economía, seguridad, violencia o el simple hecho de buscar una vida mejor en otros países.
Los asistentes caminaron juntos por las inmediaciones de la frontera, portando pancartas que hablan sobre el derecho humano a la migración, con la esperanza de cumplir con su objetivo pronto y pidiendo al mismo tiempo, a las autoridades del país del norte, el agilizar los procesos de asilo humanitario, mientras que se provean formas sencillas de migrar ordenadamente.
De la misma forma esta posada binacional habló no solo de una tradición cultural, sino también puso en evidencia el poder de la comunidad de ambos Nogales, por luchar por esta causa que consideran justa, ya que no solo fueron los migrantes quienes marcharon, sino también ciudadanos de los dos lados del muro fronterizo pidiendo exactamente lo mismo: una forma segura para todos estos hermanos que buscan tener oportunidades a diferencia de lo que encontraron en su momento en sus lugares de origen.