Hermosillo
El 84% de las personas físicas no tendrá incremento en sus impuestos.
El voto de los senadores del PRI a favor de la reforma hacendaria propuesta por el presidente de la República Enrique Peña Nieto fue razonado, consciente y documentado en una redistribución de la carga fiscal en la que pagarán menos los que menos tienen.
Los priistas desechamos la iniciativa del PAN para gravar con IVA alimentos y medicinas y mantuvimos exentos de ese impuesto a colegiaturas, vivienda e hipotecas, coincidieron.
Así lo establecieron los senadores por Sonora Claudia Pavlovich Arellano y Ernesto Gándara Camou, tras los eventos de ayer en la sede del Senado, cuando los panistas ‘reventaron’ el debate, abandonando el recinto para evadir la responsabilidad de darle al país un marco legal progresivo, justo y equitativo en materia fiscal.
Pero en un doble juego de perversidades, la bancada panista en el Senado se retiró de las negociaciones a la par que echaba a andar una intensa campaña de verdades a medias y mentiras completas a propósito de la reforma, especialmente en lo relativo a la homologación del IVA en los estados fronterizos.
La verdad es que los precios al consumidor en la frontera ya son iguales a los del resto del país; los beneficiarios de una menor tasa impositiva no eran los consumidores, sino los intermediarios y productores, a quienes la homologación llevará a equiparar sus márgenes de ganancia a niveles similares a los que existen en el resto del país.
Es muy importante precisar y dejar muy claro que la reforma no afecta a las personas de ingresos bajos y medios en México y en los hechos, el 99% de las personas físicas en el país no tendrán incremento alguno en sus impuestos.
Por el contrario, se reduce la carga fiscal para personas con ingresos entre 500 mil y 700 mil pesos anuales, y se incrementa para aquellos que tienen ingresos mayores, protegiendo a la clase media y estimulando a la pequeña y mediana empresa al eliminar el Impuesto a Depósitos en Efectivo y el IETU.