Miles de sonorenses estuvieron en Acapulco en paso de huracán “Otis”
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El Diario de SonoraHermosillo, Son
Fueron miles de sonorenses, de los cuales no se reportan lesionados de gravedad, los que estuvieron en Acapulco, Guerrero, durante el paso del huracán “Otis”, de categoría 5, que azotó la madrugada del miércoles, informó el vicepresidente administrativo del Consejo Directivo Nacional de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, Luis Fernando Oviedo Lucero.
Detalló que, esta semana se llevaba a cabo la Convención Nacional Minera, en ese puerto turístico, y debido a la relevancia que representa el estado de Sonora en la minería, acudieron la mayoría de los trabajadores de las diferentes empresas mineras y de proveeduría; además de estudiantes universitarios.
A pesar de los momentos de desesperación que se vivieron con el paso del fenómeno natural, recalcó que todos se encuentran bien de salud, aunque la mayoría no se ha podido comunicar con sus familiares por la falta de electricidad en las compañías de telefonía celular.
“Primero tengo que decir que no hay comunicación de celular, no hay internet, por eso no nos podemos comunicar, pero afortunadamente no hay heridos, digo heridos a lo mejor con golpes, pero nada de consecuencia, todos absolutamente están bien, hemos tenido contacto ocasional y parcial porque todos están en diferentes hoteles, pero por lo menos, hasta donde tenemos reportado nosotros en términos de las personas que estaban asistiendo al evento minero, todos están bien”, precisó.
Gracias al apoyo de las empresas mineras que participan en la convención, dijo que este jueves varias personas lograron salir de Acapulco por la carretera rumbo a Chilpancingo, en vehículos especiales, y una vez que se restablezca en su totalidad la comunicación terrestre, saldrán los demás.
Fernando Oviedo, quien estuvo hospedado en el Hotel Princess, uno de los más afectados por el huracán, describió su presencia en este fenómeno natural como uno de los peores momentos de su vida ante la impotencia de no poder responder a la fuerza de la naturaleza.
“Cuando yo tuve la oportunidad de salir vi la destrucción del hotel, es una imagen muy fuerte, de verdad muy fuerte, y lo primero que piensa uno es que va a haber muchos heridos, muchos lesionados, afortunadamente no los hay”, expresó.
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