Nogales
Un marcado ambiente de tensión y especulación se vivió en el último día de acciones frente al jurado en el caso que ha generado una expectativa importante y ha dividido opiniones en los Estados Unidos: el juicio del ranchero George Alan Kelly, quien podría ser declarado culpable por el asesinato del mexicano Gabriel Cuen Buitimea.
Tras leer las responsabilidades que tendrán los miembros del jurado para llegar a esta determinación, el juez Thomas Fink habló a los integrantes sobre los posibles resultados, que incluyen en primera instancia el fincar responsabilidad a Kelly de homicidio en segundo grado, o la falta menor, pero condenatoria de homicidio involuntario, o en su defecto negligente y un segundo cargo por el asalto agravado en contra de otra persona que sirvió en su momento como testigo, así también el veredicto en favor de la defensa que dejaría libre al estadounidense.
La primera en tomar el estrado fue la fiscalía de la mano del abogado Mike Yeti, quien compartió, con los que habrán de deliberar, las conclusiones del estado de Arizona, para inculpar a Kelly, dentro de las cuales destacó que, de acuerdo con la evidencia, la cronología de los incidentes indican, que aproximadamente a las 14:30 horas del pasado 30 de enero de 2023, el señalado observó a dos personas pasar a alrededor de 105 metros de su domicilio, y en ese momento salió de su hogar, donde se encontraba su esposa y disparó sin mediar palabra en 9 ocasiones un rifle AK-47 en contra de Cuen Buitimea a quien alcanzó en un costado, saliendo la bala por su pecho y falleciendo en el lugar, e intentó herir a una persona más que logró escapar a México.
A partir de ahí, el acusado se puso en contacto con oficiales de la Patrulla Fronteriza, con quienes intercambió comunicaciones, a quienes declaró versiones diferentes acerca del número de personas que estaban amenazándolo, además de que en algún momento indicó le habrían disparado. Sin embargo y, de acuerdo con la evidencia que presentó la fiscalía, no se pudo confirmar que haya habido otras personas en su propiedad al momento del incidente, tampoco se encontraron casquillos, fuera de los que se ha señalado disparó Kelly, además de que no hay marcas de arrastre, sangre, pisadas, entre otro tipo de pruebas que se asume estarían presentes en este tipo de incidentes, incluidos, daños en su propiedad o la vegetación cercana al domicilio.
Yeti explicó que, al momento del impacto que quitó la vida al mexicano, que cabe mencionar la ojiva nunca se recuperó, la bala perforó tres costillas y la vena aorta, matándolo instantáneamente, por lo que el cuerpo se encontró prácticamente en el lugar donde fue alcanzado por el proyectil, lo que es consistente con el testimonio de la persona que acompañaba a Gabriel en ese momento y que fue uno de los que participaron en el estrado para este caso. Además la fiscalía argumentó que el hombre nunca mostró señales de estar en shock o tener miedo durante el transcurso de los hechos, inclusive cuando se entrevistó como sospechoso ante los oficiales del Condado de Santa Cruz.
Por otro lado, la defensa, que inició su mensaje al jurado alrededor de las 11:00 de la mañana, pidió a los involucrados no especular, y tras un resumen de los orígenes de Kelly, así como su esposa, describieron que la zona de Kino Springs es peligrosa, que ha tenido un aumento de presencia de personas sospechosas en los últimos años, además de que por este tipo de situaciones es que el ranchero estaba armado, ya que le habrían disparado a él o a sus vecinos en algunas ocasiones grupos criminales que operan en la zona.
De la misma forma Breanna Larkin, abogada de la defensa, argumentó que hay hechos que tienen lugar en esa zona, de la que las autoridades no tienen registro y es relativamente sencillo para los malhechores o miembros de carteles tener impunidad sin supervisión por parte de las agencias de resguardo fronterizo o los oficiales del condado, así como locales.
Mantuvo la versión de que, ese 30 de enero, Kelly escuchó un disparo al exterior de su casa, por lo que salió a investigar, en ese momento, observó a personas con armas amenazando la integridad y la de su esposa por lo que para ahuyentarlos, percutió su arma al aire y llamó a las autoridades para informarles de lo sucedido, sacudido por lo que había tenido lugar, el hombre persiguió a los maleantes hacia el sur de su hogar hasta que los perdió de vista, que fue cuando recibió la visita de los primeros respondientes de la oficina del Alguacil.
Horas después de esta llamada, en un recorrido por su propiedad, localizó el cuerpo de Cuen Buitimea, a alrededor de 105 metros de su hogar, pero comentó no tuvo conocimiento y no reconoció en ningún momento el disparar en contra de una persona en específico, por lo que sostiene su inocencia, además de que los testimonios, de acuerdo con la defensa, no tienen validez, ya que las personas que los realizaron no son confiables, inclusive en algunos casos, los que testificaron no estuvieron en el lugar de los hechos.
De la misma forma la defensa cuestionó de manera enérgica los métodos y el actuar de los agentes que recopilaron evidencia y tomaron las declaraciones, por lo que consideraron una falta de convicción para llegar al fondo de lo sucedido y así mismo criticaron la forma en la que la pareja de personas mayores, fueron tratadas durante sus interacciones con los uniformados, y debido a su miedo, las palabras de George Alan, como de Wanda, su esposa, fueron malinterpretadas y menospreciadas, debido al miedo que todavía tenían durante los hechos.
Terminados los argumentos y la respuesta de la fiscalía, el Juez Fink leyó la carta de veredicto a los ocho miembros del jurado, además de que tomó de manera aleatoria a cuatro integrantes de estas deliberaciones como suplentes y mandó a los que tendrán la última decisión y que defina el futuro del presunto responsable de homicidio en segundo grado, George Alan Kelly.
El jurado continuará este día con las deliberaciones y, de haber llegado ya a un veredicto, se estará convocando a los partícipes en este caso para darlo a conocer por parte del juez.