La vicepresidenta Kamala Harris visitó Arizona el pasado viernes por cuarta vez este año, pero esta vez, su visita fue especial. Fue la primera en el marco de su campaña para convertirse en la próxima presidenta de los Estados Unidos. Tras el mitin político, la candidata demócrata y su equipo hicieron una parada inesperada en un restaurante mexicano en la ciudad de Glendale, llamado Cocina Adamex.
Nos avisaron un día antes, pero en realidad no nos dijeron quién venía, solo nos mencionaron que era una persona muy especial. El viernes hubo silencio absoluto, nadie se comunicó y parecía que nadie llegaría. De repente, la presencia del Servicio Secreto nos dio una idea de lo que estaba a punto de suceder, comenta Adriana Zapata, dueña de Cocina Adamex
Adriana, con una sonrisa, comentó: "Tuvimos el gran honor de recibir a la vicepresidenta Kamala Harris y al gobernador Walz. La vicepresidenta pidió tamales rojos y el gobernador, tamales verdes, porque dijo que no podía comer muy picante".
Este restaurante, cerca del centro de Phoenix, abrió sus puertas hace apenas dos años. La familia de Adriana emigró desde Chihuahua a Estados Unidos y ahora todos trabajan en este negocio. "Le presenté a mis hijos, platicó con ellos, le presenté a mis sobrinas, platicó con ellas. Incluso le dio un consejo a mi sobrina: 'échale ganas'", recuerda Adriana. Mientras que María Zapata señaló que sintieron una mezcla de felicidad y nerviosismo.
En el mitin político, Kamala Harris mencionó que la única forma de arreglar el sistema migratorio es a través de una reforma comprensiva, pero con fuerte seguridad en la frontera.