Rojas, operador del 911, enfrenta cinco cargos de explotación de un menor, una acusación grave que ha desencadenado una investigación por parte de las autoridades y un proceso interno por parte del Departamento de Policía de Phoenix.
Las primeras señales de alarma se activaron cuando Instagram detectó actividad sospechosa en la cuenta de Rojas y la reportó a las autoridades. A raíz de esto, la policía de Scottsdale inició una investigación, descubriendo que Rojas había utilizado aplicaciones de redes sociales para solicitar, recopilar y distribuir videos de pornografía infantil en varias ocasiones.
En el momento de su arresto, Rojas ya se encontraba de licencia administrativa del Departamento de Policía de Phoenix. La investigación interna se centró en un comentario inapropiado que Rojas hizo a un compañero de trabajo, insinuando su búsqueda de fotos "atrevidas" de menores.
El Departamento de Policía de Phoenix, tras confirmar las acusaciones en contra de Rojas, procedió a su despido inmediato. La investigación interna sigue en curso, y el Departamento ha asegurado su compromiso con la transparencia y la exhaustividad del proceso.
Las autoridades de Phoenix se encuentran en una situación compleja, lidiando con la decepción y la indignación por la conducta de un ex empleado que tenía la responsabilidad de responder a las llamadas de emergencia.