Broncos aplastan a Bengals con dominio ofensivo y defensivo

Bo Nix, el quarterback novato de los Broncos, tuvo una actuación que mezcló luces y sombras: 326 yardas por aire, dos pases de touchdown, una anotación terrestre... y un costoso "regalo" en la zona de anotación que pudo cambiar el rumbo del juego. Pero los números no mienten: 512 yardas totales ofensivas contra apenas 159 de Cincinnati, un dominio que se reflejó en el marcador final de 28-3.
Detrás de este triunfo bronco hay tres claves innegables:
El momento decisivo llegó en el segundo cuarto. Con 14-3 en el marcador, Nix lanzó una intercepción en la end zone que pudo cambiar el partido. Pero la defensa de Denver se plantó, y en la siguiente posesión, el novato conectó un pase de 20 yardas con Courtland Sutton para enterrar las esperanzas visitantes.
Mientras Denver (2-2) mantiene su peculiar récord de no ir perdiendo en ningún cuarto periodo esta temporada, Cincinnati enfrenta preguntas incómodas. Ja'Marr Chase (5 recepciones, 23 yardas) y Tee Higgins (3 atrapadas, 32 yardas) fueron fantasmas en una ofensiva que acumuló ocho series consecutivas sin anotar después del field goal inicial.
La única alegría para los Bengals vino temprano: un field goal de 26 yardas de Evan McPherson que los puso arriba 3-0. Después, solo silencio. Incluso cuando lograron una toma de balón en la yarda 15 tras un error de Marvin Mims Jr., un flag por interferencia en fair catch les arrebató la oportunidad. Así resumió su noche Cincinnati: penalizaciones, oportunidades perdidas y un quarterback suplente que no pudo llenar el vacío que dejó Burrow.