DaVonte’ Neal, quien se desempeñó como receptor abierto para los Wildcats de 2013 a 2015, se declaró culpable de homicidio en segundo grado por la muerte de Bryan T. Burns en 2017. La noticia, que llegó como un golpe de realidad para muchos, ha generado una ola de conmoción en el mundo deportivo.
Neal, quien fue arrestado en 2022 mientras se desempeñaba como entrenador asistente de fútbol americano en la Universidad Estatal de Idaho, enfrentaba cargos de homicidio en segundo grado, tiroteo desde un vehículo y descarga de un arma de fuego contra una estructura.
“He estado en contacto constante con el entrenador Ragle, quien ha conocido a DaVonte’ durante muchos años y nunca tuvo conocimiento o sospecha de algún posible delito de ningún tipo”, comentó la directora atlética de ISU, Pauline Thiros, en un comunicado emitido poco después de la noticia.
El impacto del caso ha traspasado las fronteras del deporte. La historia de Neal, quien también jugó en la Universidad de Notre Dame y entrenó en niveles de secundaria y universidad, nos recuerda que incluso los atletas más prometedores pueden enfrentar situaciones complejas en la vida.
La fecha de la sentencia para DaVonte’ Neal está programada para el 4 de octubre. El destino del exjugador, quien alguna vez fue considerado una promesa del fútbol americano, ahora se encuentra en manos de la justicia.