Un guardia, Ayden Escarrega, se encuentra en el ojo del huracán tras ser acusado de agresión agravada a un recluso.
El suceso tuvo lugar la noche del 31 de agosto, cuando el recluso, quien se ha mantenido en el anonimato, fue ingresado a la cárcel. Según la versión oficial del Departamento del Sheriff del Condado de Pima, el recluso se mostró "no cooperativo" en el área de espera. Sin embargo, la narrativa se torna compleja al afirmar que, en respuesta, Escarrega golpeó al recluso varias veces en la cara mientras este se encontraba en el suelo.
El incidente ha desatado la indignación entre algunos sectores, quienes cuestionan la justificación de la violencia por parte del oficial. El recluso, quien solo sufrió lesiones leves, se ha convertido en un símbolo del debate sobre los protocolos de seguridad y el trato a los reclusos dentro de la cárcel.
La investigación está en curso y se espera que se revelen más detalles en las próximas semanas.