Alejandro David González, de 25 años, hijo de la víctima, ha sido arrestado y acusado de asesinato en primer grado.
El viernes por la noche, poco antes de la medianoche, las autoridades respondieron a una llamada al 911 que reportaba la muerte de una mujer en un apartamento en Keim Drive. La persona que llamó, hermana de la víctima, informó que la mujer había sido decapitada.
Al llegar al lugar, los oficiales encontraron el cuerpo de Rubio bajo una manta cerca de la puerta principal. La víctima presentaba múltiples puñaladas en el abdomen, el pecho y los brazos. La sangre se encontraba esparcida por todo el apartamento, incluyendo un bloque de cuchillos en el lavabo de la cocina y la regadera, la cual estaba encendida.
Según los documentos de la corte, los familiares de Rubio declararon que su cumpleaños habría sido el sábado. La hermana de la víctima informó haber hablado con ella poco después de las 3:30 p.m. para invitarla a una reunión familiar, que en realidad era una fiesta sorpresa de cumpleaños. Rubio aceptó ir, pero nunca llegó. Preocupados, sus familiares fueron a su apartamento alrededor de las 8 p.m., pero no hubo respuesta y la puerta estaba cerrada. Contrataron un cerrajero, quien abrió la puerta.
Los familiares informaron a la policía que creían que González, el hijo de Rubio, había sido liberado recientemente de la cárcel y se estaba quedando con ella. También dijeron que tenía antecedentes de problemas mentales. La hermana de Rubio también declaró que le había prestado recientemente un GMC Yukon, el cual ahora estaba desaparecido. Una cámara de vigilancia cercana captó al Yukon alejándose del apartamento justo antes de las 5 p.m.
Un oficial de policía de Phoenix localizó al Yukon alrededor de las 2:45 a.m. del día siguiente en una gasolinera cerca de la Interestatal 10 y la Avenida 99. Los detectives respondieron al área y González fue arrestado menos de una hora después. Los investigadores notaron que tenía sangre seca en las piernas y los calcetines.
Según los documentos, durante una entrevista con los detectives, González dijo que su madre lo había recogido de la cárcel recientemente, le había comprado comida y lo había dejado en su apartamento. Luego, confesó haber fumado metanfetamina con un hombre en bicicleta que acababa de conocer.
González declaró que el hombre apuñaló a su madre y luego lo obligó a hacer lo mismo. La policía afirma que actualmente no hay evidencia de que haya otro sospechoso involucrado en la muerte de Rubio, pero los detectives están investigando las declaraciones.