Los puestos de comida son un punto de encuentro, un lugar donde se fusionan la cultura y el sabor. Pero, ¿qué pasa cuando la seguridad alimentaria se ve comprometida?
Las autoridades sanitarias de Tucson no se toman a la ligera la salud de sus ciudadanos. Recientemente, el Departamento de Salud del Condado de Pima, en colaboración con la Policía de Tucson, realizó inspecciones en varios puestos de comida que operaban sin los permisos necesarios. Los resultados de estas inspecciones arrojaron un panorama desalentador.
En un puesto ubicado en la esquina de Craycroft y la calle 22, la inspección reveló una serie de prácticas que pusieron en riesgo la salud de los consumidores. Entre las irregularidades encontradas, destacan:
Carne cruda almacenada en recipientes de plástico sobre una mesa, expuesta a temperaturas inadecuadas. Esta práctica, que contraviene las normas básicas de higiene, facilita la proliferación de bacterias y la contaminación de los alimentos.
Un recipiente con jugos de carne goteaba en el suelo del camión de comida, creando un foco de contaminación. La falta de higiene en la preparación y almacenamiento de los alimentos puede tener consecuencias graves para la salud de los consumidores.
No había lavabos para que los empleados se lavaran las manos. Esta carencia aumenta el riesgo de transmisión de bacterias y enfermedades.
La falta de hielo para mantener la comida fría era evidente. La refrigeración adecuada de los alimentos es fundamental para evitar la proliferación de microorganismos que pueden causar enfermedades.
Una semana después, las autoridades clausuraron otros tres puestos de comida que operaban sin los permisos necesarios y con prácticas poco higiénicas similares. En estos casos, se encontraron irregularidades como:
Falta de fregaderos, utilizando botes de basura llenos de agua para lavar los platos y las manos. Esta práctica es completamente insalubre y pone en riesgo la salud de los consumidores.
Alimentos descubiertos y sin refrigerar, expuestos a la contaminación ambiental. La falta de refrigeración y el almacenamiento inadecuado de los alimentos pueden facilitar la proliferación de bacterias y la contaminación.
El Departamento de Salud del Condado de Pima enfatiza que los vendedores que operan sin permisos no cumplen con las normas de seguridad alimentaria. La manipulación inadecuada de los alimentos puede provocar enfermedades, por lo que es fundamental que todos los establecimientos que venden alimentos cumplan con las regulaciones sanitarias.