La disputa se centra en un contrato multimillonario, crucial para garantizar la atención médica de los pacientes de Phoenix Children's. El contrato, que venció a finales de octubre, no logró renovarse tras meses de negociaciones. La situación ha generado incertidumbre entre los padres de familia, quienes se preguntan si podrán acceder a los servicios de Phoenix Children's, reconocido por su atención especializada.
Según un comunicado de Phoenix Children's, la razón del impasse radica en la negativa de la aseguradora a atender las necesidades del sistema pediátrico. Phoenix Children's alega que Blue Cross Blue Shield Arizona ha negado más del 10% de las reclamaciones, lo que se traduce en una reducción anual de $21 millones para el sistema de salud, un monto que va en aumento. Además, la aseguradora ha sido acusada de imponer restricciones a las redes de cobertura, limitando el acceso a los servicios de Phoenix Children's.
Por su parte, Blue Cross Blue Shield Arizona sostiene que Phoenix Children's rechazó una oferta de $80 millones en un lapso de tres años. Sin embargo, Phoenix Children's argumenta que la oferta real es de $43 millones, tomando en cuenta factores como las negaciones arbitrarias de servicios médicos y la reducción de fondos.
En medio de esta polémica, la incertidumbre sobre el futuro de la relación entre Phoenix Children's y Blue Cross Blue Shield Arizona persiste. Los pacientes de Phoenix Children's, que son miembros de Blue Cross Blue Shield Arizona, se encuentran en una situación complicada. Si no se llega a un acuerdo, podrían perder el acceso a los servicios de Phoenix Children's.