La tranquilidad de un hotel en Scottsdale, Arizona, el Independence 47, se vio interrumpida el pasado julio. Una llamada a la policía por el uso fraudulento de una tarjeta de crédito abrió una puerta a un caso que estremecería a la comunidad. El sospechoso: George Mosely, de 31 años.
Según el Sargento Andrew Parrott del Departamento de Policía de Scottsdale, los oficiales, al llegar al hotel, encontraron a Mosley junto a una joven. “Las explicaciones sobre su relación y la presencia de la chica en Arizona resultaron inconsistentes, encendiendo las alarmas,” explicó el Sargento Parrott.
La investigación reveló una verdad escalofriante: la joven, una menor de 17 años reportada como desaparecida en Michigan, había sido presuntamente reclutada a través de redes sociales por Mosley. La fiscalía alega que una vez en Arizona, Mosley la obligó a ejercer la prostitución, manteniéndola bajo su control y cometiendo actos sexuales con ella.
La magnitud del problema queda en evidencia con las estadísticas: la Unidad de Explotación y Trata Humana (HEAT) de Scottsdale ha realizado 354 arrestos relacionados con trata de personas solo este año.
Un gran jurado del Condado de Maricopa ha acusado a Mosley de 14 cargos de trata de menores, dos cargos de conducta sexual con un menor y un cargo de control ilegal de una empresa. Actualmente se encuentra detenido en la cárcel del Condado de Maricopa con una fianza de $400,000 dólares en efectivo. Su juicio está programado para abril de 2025.
Este caso, con sus detalles impactantes, nos recuerda la importancia de la vigilancia y la colaboración ciudadana para combatir la trata de personas, un flagelo que persiste en nuestras sociedades.