Protestas en Phoenix contra órdenes ejecutivas de inmigración: Entre la calma y el caos

El miércoles por la noche, la sexta noche consecutiva de manifestaciones, finalizó con una relativa calma. La protesta, parte de la iniciativa "50 protestas en 50 estados", concluyó alrededor de las 9 p.m. en el Capitolio del Estado de Arizona. La policía estatal, según reportes de 12News, ordenó la dispersión de los últimos manifestantes, sin registrarse incidentes violentos en ese momento.
Sin embargo, las noches anteriores pintan un panorama diferente. Desde el viernes pasado, las calles de Phoenix han sido testigos de una amplia gama de manifestaciones, algunas pacíficas y otras, lamentablemente, marcadas por actos delictivos. “Está claro que se nos salió de las manos,” comentó un manifestante, reflejando la preocupación de muchos. Otros expresaron: "No toleramos nada de esto".
Entre los incidentes reportados por las autoridades, se incluyen el robo de una patrulla policial y daños a la propiedad. Estas acciones, que contrastan con el objetivo de las protestas, han llevado a la policía a intervenir con medidas como el uso de gas pimienta y al menos dos arrestos esta semana. Las organizaciones que respaldan el mensaje de solidaridad con los inmigrantes se han pronunciado en contra de la violencia.
Reyna Montoya, fundadora y directora ejecutiva de Aliento, una organización que apoya a personas indocumentadas y familias con estatus migratorio mixto, destacó la importancia de la manifestación pacífica: “Está bien sentirse enojado, pero no está bien actuar en consecuencia. Si realmente queremos ser una comunidad que vea todas nuestras contribuciones...es importante que el mensaje que enviemos sea un mensaje de unidad, un mensaje de paz, estar bien organizados.”
Aliento, cabe mencionar, colaboró con estudiantes de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) para organizar una protesta pacífica el viernes pasado. Dentro de las protestas, algunos manifestantes se organizaron para garantizar la seguridad y evitar bloquear calles, actuando como controladores de cruce peatonal. "Nos aseguramos de no bloquear ninguna calle. Nos aseguramos de que cuando crucen grupos grandes, lo hagan de manera segura”, explicó uno de ellos.
La respuesta de las autoridades ha sido consistente: respeto al derecho a la protesta pacífica, pero intervención firme ante acciones criminales. Las autoridades han dejado claro que mientras se respeta la libertad de expresión, no tolerarán acciones que rompan la ley.
El contraste entre la última noche y las anteriores resalta la complejidad de las protestas y el reto de mantener un mensaje claro ante la diversidad de reacciones dentro del movimiento.