Más de cien personas se congregaron el lunes por la noche en una iglesia de Tempe, Arizona. El evento, organizado por pastores locales, reunió a altos mandos policiales de diferentes ciudades, incluyendo al Jefe de Policía de Chandler, Bryan Chapman, y al Jefe de Policía de Queen Creek, Randy Brice, junto a representantes del Departamento de Seguridad Pública de Arizona (DPS).
Un pastor del valle explicó la motivación tras el foro: “Los pastores estamos viendo una disminución en la asistencia a la iglesia porque la gente tiene miedo. Se nos dice que es porque creen que la policía está trabajando con ICE, y temen salir de sus casas para ir a la iglesia.” Esta situación refleja la inquietud palpable en la comunidad.
El mensaje central de las autoridades fue unánime:
- La policía no es ICE: Se enfatizó repetidamente que las fuerzas del orden locales se enfocan en el cumplimiento de las leyes estatales y locales, no en la aplicación de las leyes de inmigración.
- Prioridad a la seguridad: Se instó a la comunidad a reportar cualquier delito o situación de emergencia al 911, sin importar su estatus migratorio. Como dijo el Jefe Chapman: “...porque no queremos que seas víctima y queremos ayudarte.”
- Derechos iguales: Un representante de la policía de Tempe aseguró: “Tienen los mismos derechos que las personas nacidas en el estado de Arizona.”
- Excepciones legales: Se aclaró que si una persona indocumentada es arrestada por un delito, ICE será contactado. El Jefe Brice explicó: “Si son arrestados, tienen que contactar a ICE. Pero eso ocurre si son arrestados por algo criminal.”
El foro, que duró más de dos horas, sirvió como un espacio crucial para el diálogo y la aclaración de malentendidos. La presencia de líderes policiales de alto rango demuestra un esfuerzo por construir confianza y asegurar la colaboración entre la comunidad y las fuerzas de seguridad.
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