Amistad rota termina en acecho y amenazas en Gilbert, Arizona

Una pareja reportó cartas anónimas amenazantes recibidas en su nuevo hogar. Las cartas, con un tono perturbador, insinuaban que la casa no les pertenecía y contenían frases escalofriantes como: “Su vida está a punto de cambiar drásticamente. Nunca debieron mudarse a esta casa. Hemos estado visitando mientras ustedes estaban ausentes… Nos encanta lo que han hecho con el lugar. Será una lástima cuando todo se haya ido. Comienza cuando el miembro más nuevo de su familia llegue.”
Lo que parecía un acto aleatorio de vandalismo se convirtió en una compleja investigación. La policía, en colaboración con el Servicio Postal de Estados Unidos, descubrió que las cartas fueron enviadas desde una oficina postal a dos millas de la casa de las víctimas. Las autoridades identificaron a Shelby Trischler, de 34 años y residente de Chandler,Arizona, como la principal sospechosa gracias a las grabaciones de seguridad de la oficina de correos donde se le vio comprando estampillas el 7 de marzo.
Pero la historia va más allá de las simples amenazas. Las víctimas identificaron a Trischler como una ex-amiga con quien compartieron una relación íntima durante su primer año de amistad, hace más de una década. La relación terminó abruptamente en febrero, después de una conversación incómoda sobre la compra de la casa, registrada solo a nombre del novio de la víctima. La víctima asegura que no compartió su dirección con Trischler, quien alegó haberla encontrado en internet. El hecho de que Trischler supiera detalles de las remodelaciones de la casa y la fecha del parto, previsto para esa semana, acrecentó las sospechas de acoso.
El análisis de huellas dactilares de las cartas confirmó la participación de Trischler. Su arresto se produjo luego de rastrear su teléfono celular y ubicar su vehículo, una camioneta SUV blanca Chevrolet, en un complejo de apartamentos en Chandler. La respuesta inmediata de Trischler a una fotografía del bebé recién nacido, preguntando por el método de parto (cesárea), a pesar de que la víctima no había compartido esa información, reforzó las sospechas de un seguimiento constante.
Trischler enfrenta ahora cinco cargos por acecho, cinco por conducta desordenada y cinco por amenazas con intimidación, incluyendo delitos graves y faltas.
El caso, que ha conmocionado a la comunidad, deja al descubierto la fragilidad de las relaciones personales y las consecuencias devastadoras que pueden surgir de la ruptura de la confianza y la escalada de la hostilidad.