Trey McBride brilla contra los Broncos en emotivo regreso a Colorado

"Es raro jugar contra los Broncos, pero es un honor", confesó el jugador, quien creció en Fort Morgan, a poco más de una hora de la sede del equipo.
La conexión entre McBride y Kyler Murray fue imposible de ignorar. Con una defensiva de Denver mermada por lesiones, el dúo aprovechó cada espacio. "Hoy todo fluyó", admitió el receptor, mientras ajustaba su casco bajo el sol colorado. En las gradas, Joel Dreessen, exjugador de los Broncos y también originario de Fort Morgan, asentía con aprobación. No era el único: Calais Campbell, veterano defensivo de Arizona y fanático confeso de los Broncos desde la infancia, recibió abrazos de antiguos conocidos.
El tema del retiro planeó sobre Campbell como una sombra. A sus 38 años y tras 18 temporadas en la NFL, el defensivo evitó comprometerse: "No pienso en 2026. Solo en el ahora". Sus palabras, cargadas de realismo, contrastaban con la energía del joven McBride, quien disfrutaba cada aplauso de su gente. "Aquí respiras diferente", musitó el tight end, mirando hacia las montañas. Mientras los equipos abandonaban el campo, quedaba claro que más allá de los resultados, este encuentro había sido una celebración de raíces, rivalidades y esos pequeños reencuentros que solo el fútbol americano puede ofrecer.