Brutalidad policial en Phoenix: video muestra golpiza a hombre en crisis

El 30 de noviembre pasado, la policía de Phoenix, Arizona, respondió a una llamada al 911 reportando a un hombre, Joseph Savala de 41 años, deambulando por la calle y mostrando posibles signos de intento suicida. La situación escaló rápidamente.
Según el reporte policial, Savala presentaba "lesiones preexistentes", "posiblemente suicida" y con "discurso incoherente", lo que sugirió a los oficiales un posible consumo de drogas. El video muestra a tres oficiales intentando controlar a Savala, quien, según el reporte, se resistió a ser esposado.
“Simplemente no fue humano”, comenta una testigo presencial que grabó el incidente con su teléfono celular y posteriormente presentó una queja ante el departamento de policía. En el video, se escuchan los gritos de Savala: “¡Ayúdenme! ¡No me voy a rendir!”
El material gráfico muestra a los oficiales golpeando repetidamente a Savala en la cabeza, al menos 10 veces en cinco minutos, mientras este grita “¡No puedo respirar!”. La testigo describe la escena: “Se escuchaban los golpes, y la sangre simplemente salía a borbotones de su boca y nariz”. Un charco de sangre se ve alrededor de su cabeza en la banqueta.
Un segundo testigo, que grababa la escena desde el otro lado de la calle, también fue detenido por la policía luego de que un oficial lo sometió con una descarga de taser. Este segundo testigo no enfrenta cargos.
La política de uso de la fuerza del departamento de policía de Phoenix, vigente desde febrero (dos meses después del incidente), prohíbe los golpes en la cabeza contra una superficie dura a menos que se justifique el uso de fuerza letal. Esta inconsistencia ha generado una creciente controversia.
Ernest Stevens, un oficial retirado de policía de San Antonio y experto en manejo de crisis, señaló la necesidad de un mejor entrenamiento y comunicación por parte de la policía en situaciones con personas en crisis, proponiendo alternativas como una comunicación más tranquila y la colaboración con personal médico y trabajadores sociales.
Tras el incidente, Savala fue hospitalizado con una nariz rota y un posible ataque epiléptico. Fue acusado de un delito grave de resistencia al arresto, pudiendo enfrentar varios años de prisión debido a antecedentes penales relacionados con el abuso de sustancias. La testigo que grabó el video ha declarado su disposición a testificar en su defensa.
La investigación interna por parte de la policía de Phoenix sigue en curso, y los oficiales involucrados continúan trabajando en sus respectivas unidades. La falta de transparencia sobre los tiempos de la investigación y la falta de respuesta a preguntas específicas sobre las tácticas policiales han incrementado la presión sobre el departamento.