Pero, ¿qué pasaría si te dijera que una de las compañías tecnológicas más grandes del mundo está a punto de cambiar las reglas del juego? Microsoft, sí, la misma de Windows, está dando un paso audaz para combatir el incremento desmesurado de ciberataques: un aumento del 200% en los últimos años, con estadísticas alarmantes como 7,000 ataques a contraseñas por segundo —casi el doble que el año pasado— y un crecimiento del 146% en ataques de phishing.
Ante este panorama, la solución propuesta es simple, pero revolucionaria: las passkeys. Este sistema, respaldado por la FIDO Alliance y con un aumento del 50% en su reconocimiento en el último año, promete ser el sustituto definitivo de las tradicionales y vulnerables contraseñas.
¿La clave? La seguridad y la comodidad. “Se acabaron las contraseñas olvidadas y los códigos de un solo uso”, afirman en Microsoft. Con las passkeys, el inicio de sesión se realiza a través de métodos biométricos como reconocimiento facial, huella digital o PIN, eliminando la vulnerabilidad a ataques comunes y ofreciendo un acceso hasta tres veces más rápido que con contraseñas tradicionales. Las cifras hablan por sí solas: una tasa de éxito del 98% con passkeys frente a un 32% con contraseñas, con un 99% de usuarios que completan el proceso de registro.
Microsoft tiene como objetivo un futuro sin contraseñas, aunque reconoce que convencer al 30-40% de usuarios restantes no será sencillo. La migración se hará de forma gradual, invitando a los usuarios a probar este nuevo sistema que ofrece una seguridad superior incluso a la autenticación multifactorial (MFA), ya que elimina la dependencia de SMS y otros métodos susceptibles de ser comprometidos.
En resumen, el almacenamiento de datos biométricos y códigos PIN en tu propio dispositivo garantiza una protección robusta y un acceso sencillo a tus cuentas. La era de las contraseñas, parece, está llegando a su fin.