La primera misa con IA en Helsinki: ¿El futuro de la religión o una simple curiosidad tecnológica?

La Iglesia Luterana de San Pablo, en el noreste de Helsinki, fue el epicentro de este evento. El 4 de marzo de 2025, más de 120 personas, incluyendo visitantes de otras ciudades e incluso extranjeros, asistieron a un servicio religioso casi en su totalidad generado por Inteligencia Artificial (IA).
El Reverendo Petja Kopperoinen, impulsor de la iniciativa, explicó: “Usualmente, cuando se habla de IA, se discute sobre su potencial futuro. Pero el futuro es ahora… la IA puede hacer cosas que la gente cree que solo serán posibles en 10 años”.
La IA se encargó de escribir los sermones, componer parte de la música y crear los visuales. Se utilizaron diversas herramientas: ChatGPT-4 para la redacción (exceptuando los textos bíblicos), Suno para la composición musical, y Synthesia para generar avatares de los pastores, incluido el propio Kopperoinen, y del expresidente finlandés Urho Kekkonen (fallecido en 1986), quien recitó del Antiguo Testamento. Incluso se recreó una escena entre Jesús y Satanás, con avatares diseñados por Akool, presentando a Jesús con vestimentas tradicionales y a Satanás con atuendo moderno.
La experiencia, sin embargo, no estuvo exenta de opiniones divididas. Mientras algunos asistentes disfrutaron del aspecto innovador y “entretenido”, otros percibieron una falta de conexión personal. Taru Nieminen, por ejemplo, comentó: “Fue bastante entretenido y divertido, pero no se sintió como una misa o un servicio… se sintió distante. No sentí que me estuvieran hablando”. Este sentimiento fue compartido por el vicario Kari Kanala, quien enfatizó la importancia del “calor humano”.
El experimento no incluyó aspectos sacramentales como la absolución de pecados o la Eucaristía. Kopperoinen resaltó la necesidad de la supervisión humana en la verificación de datos y la edición del contenido generado por la IA, mencionando la tendencia de estas herramientas a generar contenido basado en estereotipos.
La Iglesia de San Pablo, conocida por su apertura a la innovación, ya había incorporado eventos deportivos y festivales en sus servicios. La idea de Kopperoinen surgió tras asistir a una conferencia sobre IA y religión en Ginebra.
A pesar de las críticas por el impacto ambiental del uso de la IA, y las opiniones encontradas sobre la experiencia, la iniciativa abrió un debate sobre el papel de la IA en la iglesia, explorando sus posibilidades pero también reconociendo sus limitaciones intrínsecas.
El debate continúa, y el uso de la IA en contextos religiosos, más allá de la simple gestión administrativa, se posiciona como un tema que promete generar futuras discusiones.