Ajolotes en Xochimilco: de abundantes a casi extintos en 60 años

La ciencia ha tenido que recurrir a métodos innovadores para rastrear a esta especie en peligro de extinción. Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ahora buscan ADN ambiental en las aguas de Xochimilco, una técnica que permite detectar rastros genéticos dejados por los organismos. "Todos dejamos huellas de ADN en nuestro paso por el mundo, y eso puede capturarse filtrando aire o agua", explica el biólogo Luis Zambrano, del Laboratorio de Restauración Ecológica de la UNAM.
El panorama no es alentador. Durante años, los monitoreos tradicionales con redes arrojaban resultados cada vez más desoladores. Por eso, el equipo de Zambrano, en colaboración con Conservation International México, ha implementado este método genético. Los hallazgos hasta ahora:
El equipo apenas ha cubierto un tercio de Xochimilco con esta técnica, pero planean continuar para presentar un censo actualizado el próximo año. Mientras tanto, el biólogo hace un llamado a las autoridades: "Debemos proteger las chinampas, prohibir construcciones invasivas y fomentar la agricultura tradicional". La clave, según él, está en restaurar el hábitat. Si se logra, el ajolote podría recuperarse gracias a su alta capacidad reproductiva.
Lo que comenzó como un símbolo cultural mexicano se ha convertido en un termómetro ambiental. La lucha por salvar al ajolote no es solo por preservar una especie carismática, sino por mantener el equilibrio de todo un ecosistema que define a la Ciudad de México.