SAT vigilará depósitos en efectivo mayores a 15 mil pesos desde 2025

Detrás de esta disposición, establecida en el artículo 55 de la Ley del ISR y la regla 3.5.13 de la Resolución Miscelánea Fiscal, hay un mensaje claro: "Si tu dinero no está en orden, prepárate para explicaciones". Los bancos están obligados a notificar cada movimiento que rebase ese monto, ya sea en ventanilla o mediante cajeros automáticos. Las transferencias electrónicas, los pagos con tarjeta y los cheques quedan fuera de este radar, pues su trazabilidad es inherente.

¿Qué pasa si el SAT detecta inconsistencias?

• Primera señal de alarma: depósitos recurrentes sin un RFC registrado.
• Segunda alerta: diferencias sustanciales entre lo declarado y lo depositado.
• Consecuencia directa: presunción de ingresos no declarados, con todo lo que eso implica.

Para quienes manejan flujos importantes de efectivo —comerciantes, prestadores de servicios o negocios con alta circulación de billetes—, la recomendación es contundente: documentar hasta el último peso. Facturas, notas de venta o contratos pueden ser la diferencia entre un ejercicio fiscal tranquilo y una revisión molesta.

El SAT no está prohibiendo el uso del efectivo, pero sí está afinando su oído para captar las notas discordantes. Mientras algunos ven esto como un "control más", otros lo interpretan como un recordatorio de que, en materia fiscal, la informalidad tiene los días contados.

Entre las estrategias para evitar focos amarillos están:

• Diversificar los métodos de pago recibidos.
• Actualizar declaraciones en tiempo real.
• Evitar acumular depósitos justo por debajo del límite —una práctica que las autoridades detectan fácilmente—.

El mensaje final es simple: en la era de la transparencia fiscal, el efectivo ya no es tan invisible como antes. Y para octubre del próximo año, esa visibilidad será absoluta.

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